En todo el mundo, niños, niñas y familias se enfrentan a una serie de crisis humanitarias sin precedentes. Cerca de 300 millones de personas necesitan desesperadamente ayuda humanitaria y protección en un momento en que terremotos de gran magnitud, desastres relacionados con el clima, brotes de enfermedades y nuevos conflictos cada vez más graves han dejado sumidos en la desesperación a decenas de millones de niños y niñas y a sus familias.
Pero a pesar de las necesidades sin precedentes, la situación no es desesperada. Sabemos cómo llegar a los niños y niñas que corren los mayores peligros. Una acción humanitaria decisiva y oportuna, combinada con una financiación flexible y una estrecha colaboración con los aliados locales, puede salvar ahora las vidas de los niños y niñas, al tiempo que se siembran las semillas para su desarrollo en el futuro.
A través de su llamamiento de Acción Humanitaria para la Infancia 2024, UNICEF solicita 9.300 millones de dólares para llegar a 94 millones de niños y niñas con asistencia vital, cuando y donde sea necesario.
Necesidades crecientes, recursos menguantes
La incertidumbre, la volatilidad y la naturaleza prolongada de las emergencias de hoy en día se están cobrando un alto precio entre los niños, las niñas y las familias. Desde los terremotos en Afganistán, Siria y Türkiye, pasando por los conflictos y la violencia en el Estado de Palestina y Haití, hasta los desplazamientos a gran escala en la República Democrática del Congo, las situaciones de emergencia suelen ocurrir o intensificarse sin previo aviso.
Un sistema humanitario sobrecargado –que también se enfrenta a la reducción de la financiación de los donantes– está tratando de responder a la magnitud de estas crisis. A menudo se actúa cuando ya se han destruido vidas, medios de subsistencia y redes de seguridad. Incluso cuando hay fondos disponibles, con frecuencia se distribuyen de forma desigual entre las distintas situaciones de emergencia y carecen de la flexibilidad necesaria para satisfacer las necesidades que cambian rápidamente sobre el terreno.
Es fundamental que UNICEF y sus aliados locales cuenten con el apoyo adecuado, para que los niños y niñas atrapados en las situaciones de emergencia puedan disponer de la ayuda y la protección vitales que necesitan, donde y cuando las necesiten. Una financiación oportuna y flexible puede ayudar a salvar vidas hoy, al tiempo que permite a UNICEF y a sus aliados responder eficazmente a los riesgos que surgen de improviso antes de que sea demasiado tarde o incluso más costoso.
Amenazas mundiales, respuestas locales
UNICEF trabaja con el sector público, el sector privado y la sociedad civil en todo el mundo para mejorar la salud, la nutrición, la educación y la protección de la infancia, y también durante las emergencias humanitarias.
Pero los aliados locales también son esenciales para proporcionar una acción humanitaria eficaz: sin ellos, UNICEF no podría hacer lo que hace. Dar prioridad a los aliados nacionales y locales en las operaciones humanitarias permite a UNICEF ser más eficaz y desarrollar una mayor capacidad de integración y respuesta después de las crisis. Esto también permite a UNICEF estar mejor preparado para detectar las necesidades que surgen a nivel comunitario.
Desde los esfuerzos de paz hasta las negociaciones sobre el clima, pasando por las decisiones sobre el destino de la financiación humanitaria, los agentes locales deben participar en las cuestiones que afectan a su futuro. Para reforzar aún más nuestra responsabilidad ante las poblaciones afectadas por las situaciones de emergencia, UNICEF seguirá trabajando para garantizar que los niños, las niñas y sus familias participen en el proceso de toma de decisiones, que se les informe y consulte adecuadamente, y que se tengan en cuenta sus opiniones. Como parte de estos esfuerzos, UNICEF procurará establecer alianzas con organizaciones locales de mujeres, adolescentes y niños y niñas, en consonancia con sus Compromisos Básicos para la Infancia.
Swisslatin / UNICEF Prensa (16.01.2024)
