La agencia meteorológica señala que los incendios, que están causando enormes pérdidas de vidas humanas, se producen en plena ola de calor en Sudamérica, avivada por el fenómeno de El Niño y el cambio climático. Devastadores incendios forestales están causando decenas de víctimas en Chile, provocando el estado de emergencia y una operación de rescate masiva. La catástrofe se produce en un momento en que el país y otras partes de Sudamérica están sufriendo intensas olas de calor provocadas por El Niño y exacerbadas por el cambio climático, informó la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
A través de su portavoz, Stephane Dujarric, el Secretario General, António Guterres, expresó sus condolencias a las familias y seres queridos de las víctimas de estos terribles incendios.
Tras recordar que durante su visita al país en noviembre pudo comprobar de primera mano la generosidad de su gente, Guterres expresó su solidaridad y la de las Naciones Unidas “con el pueblo y el gobierno de Chile en este difícil momento”.
“Y sobre el terreno, nuestro equipo allí, dirigido por la coordinadora residente, María José Torres Macho, está preparándose para apoyar la respuesta nacional a los incendios forestales en Chile. El equipo está alistando artículos no alimentarios y asistencia logística tras la catástrofe, y está listo para ayudar al Gobierno con cualquier apoyo que necesite y que podamos ofrecer”, explicó Dujarric.
El gobierno chileno declaró el estado de emergencia y un periodo de luto nacional después de que más de 100 personas hayan muerto por los incendios, aunque se espera que el número de víctimas siga aumentando, mientras los equipos de rescate intentan llegar a las zonas más afectadas de la región de Valparaíso, incluidos los alrededores de la ciudad costera de Viña del Mar.
Las autoridades nacionalesemitieron varias alertas rojas de máximo nivel por riesgo de incendio debido a las elevadas temperaturas, la sequedad del suelo y los fuertes vientos. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de Chile también emitió alertas rojas por calor, en consonancia con la campaña Alerta Temprana para Todos, indicó la OMM.
El Niño
Los impactos climáticos y los fenómenos extremos normalmente asociados a fenómenos naturales, como las olas de calor y la sequía, son más fuertes este verano en el hemisferio sur debido a la combinación de un fuerte El Niño y el aumento a largo plazo de las temperaturas de la tierra y el mar por el cambio climático inducido por el hombre.
«Debido a la influencia de El Niño, se prevé que la estación estival en la región pueda registrar temperaturas máximas superiores a los valores normales para la época», señaló Bárbara Tapia Cortés, de la Oficina Regional para las Américas de la OMM.
La agencia recuerda que acabamos de salir del 2023, que fue el año más caluroso jamás registrado, y es probable que el efecto de calentamiento del actual episodio de El Niño intensifique aún más el calor durante 2024.
“Esto provocará más fenómenos meteorológicos extremos que arruinarán vidas y destruirán medios de subsistencia», afirmó.
El Niño se produce de media cada dos a siete años, y los episodios suelen durar entre nueve y doce meses. Se trata de un patrón climático natural asociado al calentamiento de las temperaturas de la superficie oceánica en el Pacífico tropical central y oriental. Pero se produce en el contexto de un clima modificado por las actividades humanas.
«Los recientes fenómenos de El Niño, incluido éste, se están creando a partir de un océano que ya está más caliente. Es como si tuviéramos una bañera con agua caliente y le echáramos más agua caliente, en lugar de una bañera con agua templada y le echáramos agua caliente», explicó Tapia Cortés.
Temperaturas y peligro de incendios
Los incendios se producen mientras muchos países de Sudamérica -entre ellos Chile, Argentina, Paraguay y Colombia- registran olas de calor persistentes y muchas estaciones baten récords de temperatura.
En Santiago de Chile, el mercurio alcanzó los 37,3°C el 31 de enero, la tercera temperatura más alta registrada en 112 años.
En Colombia, donde el gobierno declaró catástrofe natural los incendios forestales contra los que lucha actualmente el país, varios municipios también registraron temperaturas récord. En el municipio de Jerusalén, en el departamento de Cundinamarca, se alcanzaron los 40,4°C.
Argentina sufrió una persistente ola de calor entre el 21 y el 31 de enero, que continuó en febrero, con alertas rojas generalizadas.
El altísimo peligro de incendios de los últimos días en la zona central de Chile, incluida la región de Valparaíso, reflejó no sólo las altísimas temperaturas, sino también la bajísima humedad y la larga y grave sequía. Estas condiciones, junto con los fuertes vientos, son muy favorables para el desarrollo de incendios forestales catastróficos.
Calor y salud
Las altas temperaturas suponen un riesgo para la salud de las personas. Se estima que entre 2000 y 2019 murieron 489.000 personas al año en todo el mundo, siendo los ancianos y otros grupos vulnerables los más expuestos.
La OMM es copatrocinadora de la Red mundial de información sanitaria sobre el calor, que trabaja para mejorar la capacidad de proteger a las poblaciones de los riesgos sanitarios evitables del calor extremo en nuestro clima cambiante.
Los sistemas de alerta temprana permiten avisar a la población, a los gobiernos nacionales y a las organizaciones de la sociedad civil de los periodos de temperaturas inusualmente cálidas, de modo que puedan estar mejor preparados para hacer frente a las altas temperaturas.
A medio plazo, es aconsejable desarrollar un Plan de Acción contra el calor para medir y reducir la vulnerabilidad a éste.
Así, el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina desarrolló un Sistema de Alerta Temprana por Temperaturas Extremas. Bajo este sistema, el Servicio emite alertas por altas temperaturas y olas de calor y el Ministerio de Salud emite recomendaciones para el cuidado de la salud.
Swisslatin / ONU Noticias (07.02.2024)