ONU Mujeres: ¿Qué son los presupuestos sensibles al género?

Australia en 1984 introdujo la primera Declaracion del Presupuesto de las mujeres del mundo. (foto ONU Mujeres)

Los presupuestos sensibles al género son una estrategia con la que se consigue elaborar presupuestos adecuados para todas las personas. Al tener en cuenta y analizar las necesidades únicas y diversas de cada persona, los presupuestos sensibles al género se esfuerzan por lograr una distribución justa de los recursos.

Los modelos económicos y los presupuestos actuales pueden conducir a políticas fiscales y presupuestos sesgados. Al no tener en cuenta las necesidades de las mujeres, los presupuestos pueden tener consecuencias negativas no deseadas. Por ejemplo, según estudios recientes, el valor global del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado de las mujeres de 15 años o más se sitúa en torno a 10,8 billones de dólares de los Estados Unidos anuales, el triple del tamaño de la industria tecnológica mundial.

Sin embargo, cuando las diferencias de género salen a la superficie, los Gobiernos pueden destinar los recursos disponibles a abordar las desigualdades de género y apoyar un desarrollo sostenible e integrador para todas las personas.

Los presupuestos sensibles al género fomentan un sentido de justicia, refuerzan la rendición de cuentas de los Gobiernos y apoyan una mejor alineación de los presupuestos nacionales con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Designing gender-responsive budgets

No existe una aplicación única de los presupuestos sensibles al género, pero sabemos lo que funciona. Para que los presupuestos sensibles al género sean eficaces, se deben comprender las prioridades y necesidades de todas las personas e incluirlas en cada fase del proceso de diseño y planificación del presupuesto.

ONU Mujeres ha identificado una serie de pasos para apoyar su aplicación:

Introducir leyes que exijan elaborar presupuestos sensibles al género, así como directrices y herramientas claras para su aplicación.
Analizar las diferencias de género y utilizar los resultados para elaborar los presupuestos actuales y futuros y llevar a cabo un seguimiento de ellos.
Aumentar la transparencia sobre la asignación y la ejecución de los presupuestos para abordar las brechas de género, efectuar un seguimiento de los fondos y garantizar que los ciudadanos puedan exigir a sus Gobiernos que rindan cuentas.

Reconocer las diversas necesidades de las mujeres, teniendo en cuenta factores como la situación socioeconómica, la ubicación, la raza y el origen étnico, y alentando a las personas encargadas de formular las leyes a colaborar con mujeres de diversos orígenes para garantizar que las políticas y la financiación pública apoyen adecuadamente a las mujeres y las niñas en toda su diversidad.
Aplicación de presupuestos sensibles al género
Los presupuestos sensibles al género requieren un enfoque a escala de todo el Gobierno, marcos institucionales sólidos, voluntad política, leyes en vigor para apoyar la distribución equitativa de los recursos, datos fiables para comprender plenamente las diversas necesidades de las personas, un compromiso con el sector privado y la sociedad civil, y sistemas de seguimiento y evaluación para respaldar futuros ajustes presupuestarios.

Los ODS establecen 17 objetivos que los países deben alcanzar de aquí a 2030. El Objetivo 5 aboga por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas y cuenta con el único indicador de los ODS que mide la proporción de Gobiernos con sistemas de seguimiento y asignación de recursos públicos en favor de la igualdad de género.

En un contexto de policrisis mundial, los presupuestos nacionales continúan bajo presión y muchos de ellos no pueden realizar las inversiones necesarias para cumplir los ODS y construir sociedades más fuertes, más igualitarias y resilientes.

Más de 100 países han puesto en marcha iniciativas de elaboración de presupuestos sensibles al género para abordar la igualdad de género y la histórica infrainversión en servicios esenciales para las mujeres y las niñas.

Los datos de 105 países muestran que tan solo el 26% de ellos dispone de sistemas integrales de seguimiento de las asignaciones para la igualdad de género en el presupuesto.

Sin sistemas sólidos, los países no pueden calcular los costos, asignar recursos ni gastarlos para aplicar las leyes y políticas nacionales de igualdad de género; por ejemplo, les resulta imposible asignar recursos a la prevención e investigación de la violencia de género, invertir en servicios para supervivientes de la violencia, crear marcos para eliminar la discriminación en el lugar de trabajo y establecer disposiciones que aborden la discriminación de género en la atención de la salud, entre otras muchas cosas.

A pesar de las lagunas existentes en el gasto para la igualdad de género, los datos también muestran que la mayoría de los países han logrado algunos avances en la elaboración de presupuestos sensibles al género y están trabajando para mejorar sus sistemas.

Swisslatin / ONU Mujeres Prensa (15.02.2024)



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